domingo, 30 de diciembre de 2007

JUEGO "No digas que fue un sueño"

"No digas que fue un sueño" es un libro escrito por Terenci Moix y uno de mis favoritos.

La obra está enmarcada en un periodo histórico apasionante: los estertores de Egipto amenazado por la todopoderosa Roma y tiene como protagonistas a Cleopatra y Marco Antonio.

Normas
1.- Puede participar cualquier visitante de este blog.
2.- Cada participante debe poner en su comentario un número desde el 9 hasta el 350. SOLO UNO (aunque se pueden escribir todos los comentarios que se quiera, en cualquier momento y repetir números).
3.- Cuando pueda, veré cual es el último número que se ha escrito.
4.- Escribiré un comentario con el principio (desde un punto coherente) de la página del número.
5.- Se puede comentar el texto escrito.

¿Cual es el objetivo? jejeje divertirnos con los textos inconexos que irán apareciendo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

69

FanBlog dijo...

La fuerza la poseía. La fuerza la violaba. La fuerza creaba un volcán en sus entrañas.
Fuera de ellas, en el inmenso caos del origen, el mundo se creaba a sí mismo. Y Shu, el aire, besó a Geb, la tierra. Después se unieron en una cópula magistral de la que salió Nut, el cielo que ocupaba un espacio entre ambos.
Y el recinto del templo se convirtió en una inmensa sában azul sobre la cual fueron apareciendo las estrellas y los dioses que las encarnan.
-Saluda a los dioses que surgieron del origen -dijo la Voz.
Y desfiló ante Cleopatra la cabalgata de las divinidades, la incalculable nómina de los grandes señores de los milenios.

Anónimo dijo...

8

FanBlog dijo...

Página 8

Insolentes lictores nos tratarán como rameras. Miserables poetas cantarán, desafinando, nuestra historia. Mediocres comediantes llevarán a la escena nuestras fiestas de Alejandría. Se representará a Antonio borracho, y yo veré a algún jovenzuelo de voz chillona hacer de Cleopatra y dar a mi grandeza la postura de una puta.
SHAKESPEARE, Antonio y Cleopatra

Anónimo dijo...

33

FanBlog dijo...

Totmés empezó a considerar lo poco que sabía de la condición humana. Su mente fue atravesada por un rayo que le mostró, en un segundo, todas las horas trascurridas en las oscuras estancias del iseion. Se vio a sí mismo creciendo lentamente, poseído primero por la fiebre de los dioses y, después, por la fiebre incesante del saber. Vio todos sus años resumidos en un solo segundo. Al niño que fue y al joven que era lo habían rodeado con una espesa muralla de conocimientos que están vedados al resto de los mortales.